sábado, 13 de febrero de 2010

Primeros estudios de las pulseras milagro


Por un lado, conocidos me dicen que creen en ella y otra gente la defiende a capa y espada. Por  otro,  lo más críticos bromean diciendo que usemos el holograma de las tarjetas de crédito, que sale más barato.  Hay grupos en Facebook anti powerbalance , videos de bromas, etc. También se ha publicado un estudio doble ciego de las famosas pulseras:

Power Balance o el timo de las pulseras del equilibrio

Un placebo rompe el mito de las pulseras del equilibrio

 
Otro artículo ( fuente: El Correo)
Famosos que utilizan la Power Balance:
La Duquesa de Alba, Shaquile O’neal, Xabi Alonso o Rubens Barrichello, toodos ellos tienen algo en común. Utilizan las pulseras del equilibrio.
Es muy posible que dentro de unos años el fenómeno de las pulseras ‘power balance’ se estudie en las escuelas de marketing. Hacer que reaparezcan la credulidad y la fe en una sociedad que ha hecho del escepticismo su religión oficial tiene su mérito. Y más si consigues con ello cifras de ventas que harían palidecer de envidia a cualquier multinacional. Las pulseras se agotan nada más llegar a las tiendas y el número de reservas excede con creces las unidades que salen al mercado. Aunque la importadora es reacia a facilitar datos sobre sus ventas en España, un cruce de cifras permite aventurar que estarían en torno a las 100.000 unidades en los mejores días. Un negocio redondo si se tiene en cuenta que cada brazalete vale 35 euros.
«Superchería»
La pulsera es en realidad un aro de goma que incorpora dos hologramas como los que pueden aparecer en cualquier tarjeta de crédito. El modelo que más éxito tiene está hecho con silicona aunque también hay otro de neopreno. Añade la publicidad que «’power balance’ no contiene ninguna fuente de energía por sí solo» y que son «las energías bio-eléctricas de cada uno las que cargan el holograma quantum, sintonizando con el bio-campo y armonizando con tu chi interior».

Desde la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, la médico valenciana Esther Samper refuta un discurso que califica de «pura palabrería» y afirma que los brazaletes «no pueden tener efecto alguno porque están compuestos por materiales inertes que no afectan para nada a las personas». Añade Samper que los fabricantes «se han limitado a modernizar con hologramas el viejo argumento del electromagnetismo, pura superchería desde un punto de vista científico».

Tan categórico o más que Samper, el divulgador y asesor científico Félix Ares atribuye el éxito al «poderosísimo efecto de la sugestión» y recuerda que un juez de Estados Unidos condenó en 2006 al distribuidor de una pulsera magnética a reembolsar a 100.000 compradores el dinero que pagaron por publicidad engañosa. El magistrado argumentó que las supuestas propiedades de la pulsera, un aro de metal terminado en dos pequeñas esferas que se hizo muy popular, «son más ficción que ciencia».

La contundencia de los argumentos no desanima a sus defensores. «La prueba más elocuente de que algo hace es que se vende más de lo que podemos suministrar gracias únicamente al boca a boca», dice el distribuidor José Luis Gómez. La pulsera ha superado los ámbitos deportivos y se oferta ya en farmacias. El perfil del comprador se ha ampliado a personas de edad.

Tenga o no efectos terapéuticos, la lista de reservas se amplía cada día y todos los lotes que llegarán hasta marzo están ya vendidos. Además, las copias piratas han comenzado a brotar como hongos, aunque los importadores de las pulseras originales dicen que no son lo mismo porque sus hologramas «no han sido activados». Parece que al amuleto del siglo XXI le queda aún cuerda para rato.
Sin desperdicio ( "El poder de la mente" , en inglés ):
 

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