Hace dos años en una ruta por Las Corzas llevaba una cala floja. Me cruce con un ciclista y le pedí una llave Allen. El era de Madrid y hablamos de rutas que podíia hacer por la zona. Al tiempo leyendo un blog por casualidad, me di cuenta que el era el de la llave y en el relato hablaba sobre nuestro encuentro casual. ¡Que pequeño es el mundo! Así conocí a Pablo.
Aprovechando que va a pasar unos días por aquí y como no podia ser menos tocaba salida. Tras 2 meses sin coger la bici, comencé la semana pasada para no petar estrepitosamente . La más larga que hice de 30 km y no muy duros. Hoy era el día D.
No estoy de vacaciones y mi hija pequeña no tiene la cuarentena aún. Pensaba llevarlo a Montecoche pero ha salido una rápida por las Corzas hasta los llanos del Juncal. 3 horas y unos 50 kilómetros.
Alberto, un crack, mi amigo y mejor persona. Y Pablo, recien llegado de su penúltima aventura en Austria, poca cosa. Al fondo el estrecho y Africa.
Dos meses a cero y barriga cervecera, pese a todo mejor de lo que esperaba.
En las subidas se me iban ... y eso que Pablo metía el punto muerto para no dejarme.